domingo, 17 de octubre de 2010

A mi doncella

Con la tersura de una princesa que no es virgen
y la inocencia de una doncella pura me has cautivado
hasta el alma, esta alma que desgarrada esta de tanto amar
al viento con pasión que quema por dentro como ardiente lava,
esa lava que quema las ansias de mi sufrimiento
y me esclaviza mas a la locura de mis neuronas trastornadas
por que enloquecidas están de tanto amar, a esta princesa, a
esta doncella de mi castillo de mármol.

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