jueves, 15 de septiembre de 2011

Anhelante



Toma su pluma y escribe el poeta,
interminables historias escaladas en
dolorosa soledad
se describe a sí mismo, desnuda su alma
y de nuevo vuelve a mirar a la luna,
por que en noches frías como esta
solo ella lo comprende y
lo acaricia con manos de rocío,
lo besa con labios de millones de colores
tenues.. perdidos en el tiempo
y en diferentes dimensiones
que enloquecen aún su locura un poco más
y piensa...
se arrodilla y se sienta, toca su corazón
con su palma indiferente,.
su corazón habla más que sus manos
va demasiado a prisa, quiere cambiar al mundo,
quiere romper el silencio de la humanidad..
quiere vencer la muerte..
enmudecer al viento..
callar las miradas..
y colorear los rostros pálidos
que miran insatisfechos el presente
su presente al que despiertan todos los días...
sin reflexionar, sin pensar, sin agradecer
el milagro dentro de sus frascos fríos
trémulos, latentes
exageradamente frágiles
que llenan a diario de desespero,
frustración, miedo;
el poeta anhela...
pero sigue siendo hombre
un hombre en busca de la inmortalidad
en busca de la perpetuidad
y que pronto, muy pronto
de seguír así, la alcanzará;
lo sé, lo siento
este corazón apresurado me lo dice
y esta luna bella y lírica
que me acompaña en soledad.